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lunes, 9 de diciembre de 2013

Trastornos infantiles

Hola a todos los “interesados”.

Pues bien, este trabajo es de todos, no solo de los que escriben en el proyecto “me interesa”, también de los que aportarán su granito de arena leyendo y comentando estos trabajos.
Aprovechando esta introducción, animo a todos a quedarse este miércoles a la práctica de 13:30 a 14:30, donde se expondrán los trabajos de “me interesa”. Una hora donde enriquecernos todos mutuamente.

En cuanto a mi actividad en este proyecto, como comentaba en la anterior entrada, mi intención es la de acercar información útil para todos nosotros, futuros educadores. Con el propósito de que cuando se de una experiencia como la que nombre en la anterior entrada de esta serie, tengamos conocimientos acerca de estos problemas infantiles y sepamos darles a todos los niños la atención y educación necesaria.

Así, los trastornos a los que intentaré darle cabida en nuestra experiencia serán los siguientes:
1.                   Retraso mental.
2.                   Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDH).
3.                   Trastornos del lenguaje (Difasia, afasia,…)
4.                   Trastornos de control de esfínteres.
5.                   Otros

Respecto al retraso mental no es propiamente un trastorno, sino una discapacidad intelectual, pero vista su importancia y su frecuencia, he considerado que debería encontrarse en mi entrada, y además la primera.
El retraso mental consiste en una adquisición lenta e incompleta de las habilidades cognitivas durante el desarrollo humano, lo que conlleva una serie de limitaciones respecto a una actividad vital normal.
Para adentrarse más en los conocimientos acerca del retraso mental visitar esta web , donde explica muy bien todo lo relacionado con la discapacidad.

En cuanto a lo que nosotros concierne como educadores, es cómo actuar ante estos.
Aspecto importantísimo en cualquier persona es la autoestima. La autoestima es, fundamentalmente, estar a gusto con uno mismo, sentirse importante y especial, para ti y para el resto. La persona con un nivel adecuado de autoestima se encuentra orgulloso de su trabajo, de lo que piensa y siente, y está contento. Pues un niño con discapacidad mental no iba a ser menos, siendo este uno de los aspectos más importantes para el desarrollo del niño.
Tarde o temprano el chico deficiente se da cuenta de que sus límites son diferentes, y las metas que puede alcanzar están por debajo de las del resto de la gente. Llegados a este momento la autoestima del alumno suele reducirse. El chico se siente inútil, es consciente de que no puede desarrollar las mismas actividades que el resto de sus semejantes y se hunde, piensa que no sirve para nada. Ante estos casos el entorno de la familia y la escuela debe actuar con rapidez y profesionalidad.

Las terapias y charlas que informan a los niños acerca de sus capacidades y el alcance de estas resultan muy fructíferas. Debemos hacer saber al alumno que con tiempo, ayuda y constancia, podrá llegar a realizar actividades cotidianas sin mayor esfuerzo, (siempre siendo realistas, dependiendo del nivel de retraso mental).


Debemos proponer actividades que el chico pueda realizar, así como otras que le cuesten más para ir avanzando y trabajar la superación, teniendo especial delicadeza con la posible frustración. Es significativo que se potencie y anime al alumno a realizar ciertas actividades en las que podría destacar alabando cuando las cosas salen bien, y empleando adecuada y delicadamente las malas críticas, siempre de la mano de la motivación y de la vista de una mejora futura, para no retroceder en esta labor.

Debemos mostrarle que cada persona es importante independientemente de su estado físico o psíquico, con el objetivo de que se acepte y lleva a cabo una vida óptima y feliz.

Respecto al Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno el cual es muy sonado últimamente. Este término es usado por todos, mal utilizado, para referirnos a un niño que es nervioso y “que no para”. Pero esta palabra hacer referencia a un problema muy serio.

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por un desarrollo inapropiado del nivel de atención, hiperactividad-impulsividad presente antes de los 7 años y que produce un deterioro clínicamente significativo en dos o más aspectos de la vida del niño.
Este trastorno se inicia en la infancia, pero puede continuar en la adolescencia y la edad adulta, por lo que es conveniente tratar con él cuanto antes. Es un trastorno que lleva de cabeza a padres y profesores.

El TDH tiene ciertos síntomas como:
Dificultades para mantener la atención durante un período de tiempo determinado, poca atención a los detalles, distraerse muy fácilmente, no seguir las órdenes, indicaciones o instrucciones,… todo esto acompañado de exceso de movimiento, actividad motriz y/o cognitiva fuera de contexto, dificultad para permanecer quieto en cualquier contexto que lo exija, hablar en exceso entre otras.

En cuanto a lo que nosotros respecta, como tratar con este tipo de niños como educadores, existen modos de actuar. Cada niño tiene derecho a recibir una educación justa y los niños con TDAH no iban a ser menos. Se utilizan técnicas, las cuales se pueden utilizar con cualquier niño que no sufra este trastorno.
A estos niños se les deben dar reforzamientos positivos constantemente, intentando que las conductas buenas se repitan. Debe existir una imitación, la cual consiste en presentar las conductas que deseamos a estos niños. Se debe de procurar dejar de reforzar conductas que no deseemos y por tanto llevarlas a la extinción.
Cuando el niño tenga un mal comportamiento se le debe pedir que rectifique lo que ha hecho mal corrigiendo los efectos de ese mal comportamiento.
Es común la técnica del “tiempo fuera” la cual consiste en privar al niño de un reforzador de una mala conducta aislándolo un corto periodo de tiempo de la actividad. Previamente se le debe explicar que su comportamiento no es el adecuado y que se le presta un momento de aislamiento para reflexionar acerca de ello. 

Es fundamental tener en cuenta que cuando se llevan a cabo medidas para reducir o eliminar una conducta hay que complementarlas con medidas dirigidas a fomentar y desarrollar las conductas deseadas.

Una muy buena página web para saber más acerca del TDAH es esta.


Hasta aquí la primera entrega de estos trastornos.  Espero que haya sido de vuestro interés y utilidad.

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