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sábado, 28 de diciembre de 2013

Reencuentro

Os pongo en situación, el pasado verano, como comentaba en mi proyecto me interesa, tuve una experiencia en una escuela de verano, con un niño que tenía problemas en cuanto al desarrollo mental normal, del que los monitores no fuimos avisados.

Esta Navidad he tenido la suerte de estar otra vez como monitor, esta vez en la “Escuela de Navidad”. Cuando me comentaron que estaría estas dos semanas como monitor en el mismo sitio, entre muchos de mis pensamientos me vino a la cabeza este niño, pues él había sido mi inspiración para poder aportar mi granito de arena a nuestro proyecto. Miré las listas de admitidos para esta primera semana y en efecto él estaría junto con otros niños en la escuela.

La semana empezó entre caos del primer día, esta vez y distinto al sentimiento que tenía en verano, me veía capaz de ofrecer un muy buen servicio a todos aquellos niños, ponía en práctica el bagaje de conocimientos adquiridos en nuestra asignatura. Como nombraban dos compañeros nuestros en su “me interesa”, deje de ser un ‘pedagogo venenoso’ en muchas cosas que antes consideraba que hacía bien, pero tras el trascurso de este cuatrimestre me daba cuenta que estaba insumido en un error.
He intentado tratar a todos los niños desde el respeto dándole la atención necesaria, atendiendo a desigualdades, conflictos,… evitando el recreacionismo, en el cual solemos caer los monitores de actividades juveniles muchas veces.
Además del caso nombrado de problema psicológico, teníamos otros tres niños, dos de ellos con discapacidad mental, un pequeño retraso mental, que por el comentario de otros compañeros, habían mejorado un montón desde la última vez y los especialistas le habían recomendado la socialización con los demás niños, imprescindible para su mejora. El tercero de estos tenía déficit de atención por hiperactividad.



Siguiendo con mi protagonista, los tres primeros días de la semana fueron fantásticos, pues aunque no lográbamos que este participara como uno más en las actividades, lo incorporábamos en estas con otro papel, siempre que a él le apetecía. Un ejemplo de esto se dio en un juego en el que la acción de los niños se daba tras el sonido de un silbato cada turno, pues la labor de nuestro amigo, me permito llamarlo así porque lo considero un amigo, era la de pitar decidiendo él el momento en el que pitar. Estaba a mi lado y cada vez que pitaba me miraba y me preguntaba “¿Lo estoy haciendo bien?”, obviamente mi respuesta era afirmativa, pues ante esta su cara era felicidad pura, se sentía útil y valorado. Cuando no le apetecía mucho realizar los juegos le ofrecíamos el poder ver comics, cosa que le encanta, y el aceptaba sin pensarlo.
En estos tres primeros días su actitud hacia todo el mundo era genial, cada vez que se cruzaba con un monitor eran, abrazos y besos. Recuerdo una de esas veces que me abrazo y me dijo “Te quiero”, para mí eso fue el mejor regalo de estas navidades.


Llegó el último día, y por el hecho de ser el último día las actividades no eran las mismas que el resto de la semana y se realizaban grupos más grandes. Este niño no lo comprendió del todo, pues él quería hacer lo de siempre. Quería subir a la sala de juguetes, pues le tocaba a esa hora subir con su grupo. Una compañera hablo con él, comunicándole que ese día no se hacían las mismas actividades. La reacción de este no fue muy buena, pues se puso algo violento y le dijo textualmente a mi compañera “Señora malvada, te voy a meter piedras en los bolsillos y te voy a tirar a un pozo”, que aun que ahora parezca algo graciosa, en ese momento no fue para nada graciosa.
Ante esta situación, me quede sentado con él en unas escaleras intentando hablar con él, para poder tranquilizarlo, sin levantar la voz sin obligarlo a nada, simplemente que me contase que le ocurría, este era incapaz de cambiar su esquema, él quería estar en la sala de juegos, como el resto de días a esa hora. De su boca salió palabras como que todos los monitores éramos malos y no lo queríamos a él. Es un niño corpulento, con mucha fuerza y que no controla, sus movimiento eran violentos, daba patadas a las paredes. Una compañera y yo decidimos subirlo bajo unas condiciones acordadas con él mismo. Finalmente a los cinco minutos, cogió su juguete favorito, una marioneta de León, y accedió a bajar con los demás niños a jugar y a realizar los diferentes talleres programados para ese día.
Cuando llevaba escaso 5 minutos con los demás niños se acercó a cada monitor uno a uno y nos pidió perdón, sin decirle nadie que lo hiciese. Desde ese momento hasta que finalizo la mañana  cada vez que nos veía nos pedía perdón. Jugando con él y otros niños, se acercó a mí y me dijo “¿Quieres ser mi amigo otra vez?”.


Bajo todos estos problemas se encuentran niños que necesitan cariño y atención. Verlos a todos felices, tanto los que están bien como los que no, es una satisfacción inmensa.

martes, 17 de diciembre de 2013

Altavoz Divulgativo

El nombre de la entrada viene en consonancia con mi labor en esta entrada, simplemente la de altavoz.
En esta ocasión serán las palabras que escribió  y compartió nuestra compañera Sara, con nosotros el pasado miércoles en el proyecto "me interesa", las protagonistas de esta entrada. Esto se debe a que su seguimiento esta realizado en papel.

Decir que fue una maravilla escuchar el relato de su propia voz. Espero que disfrutemos igual leyéndolo. Aquí os lo dejo:

"El tema más interesante es también para mí el más importante. Se trata de mi hermano. Mi hermano es ocho años mayor que yo. Nació con una discapacidad que afecta sobre todo a la vista. No ve nada con el ojo derecho y con el izquierdo solo un 15%.

Podría hablar de cómo ha sido su vida. De lo que ha conseguido a pesar de su problema. De que ha sido capaz de sacarse una carrera, de ser campeón de España en natación de la ONCE y que se independizó a los 22 años. Pero no voy a ir por ahí. Voy tocar este tema desde otro plano: cómo es vivir con un discapacitado.

Al ser yo la pequeña de la casa, no percibía el problema de mi hermano tal y como es realmente. Para mí, mi hermano era capaz de hacerlo todo. No veía raro que tuviera que acercarse a 10 cm para ver la tele, o el ordenador. Que tuviera que mirar a la gente para cruzar, en vez de a los semáforos. Que tuviera que tocar todo con las manos. Que tuviera que leer y escribir con lupa. Que no pudiera sacar buenas notas en plástica ni en educación física. Que necesitara mucha luz para hacer casi todo. No entendía que lo que a mí me costaba de leer y estudiar diez minutos, a él le pudiera costar una hora. No entendía que mientras los hermanos de mis amigas se sacaban el carnet de moto o de coche, mi hermano tenía que pedir a mis padres que lo llevaran a cualquier sitio.

Con ocho/diez años, no era capaz de ver las dificultades con las que ha tenido que luchar día a día. Y por supuesto, no entendía la “exagerada” preocupación de mi madre cada vez que él salía solo de casa.

Sin embargo, ahora ya puedo decir que sé lo que pasa. Ya veo lo que antes no veía. Veo que para él, sacar buena nota en plástica era un orgullo. Que tenía que pasarse muchas horas, demasiadas, estudiando para sacar un 10. Que en natación, tenía que tener las brazadas contadas para hacer el viraje a la distancia adecuada. Que él, y todos los que padecen cualquier discapacidad, son verdaderos guerreros que luchan día a día contra una vida más difícil. Y que lo consigan es lo que me ha hecho aprender. Me ha enseñado que se puede ser feliz con poco. Me ha dado la capacidad de empatizar con ellos. Porque sé lo que piensan sus madres y sus padres. Los miro, y sé lo que sienten y viven. He aprendido que son los más valientes. Y que lo que pueden enseñarnos va más allá de cualquier escuela o libro. Ellos son capaces de transmitir este super-poder, aunque los verdaderos héroes son ellos.

Pero lo más complicado de vivir con alguien con estos problemas, es dejarle volar. Es ser capaz de darle la libertad necesaria para valerse por sí mismo. Y para ello necesitas fuerza. Fuerza para dejar a un nene pequeño que apenas puede ver en una clase donde sabes que va a ser diferente. Y que lo que para los otros es fácil, para él puede ser un mundo. Y así con la escuela, instituto, universidad… Es confiar en que puede cruzar la calle solo. En que puede moverse por Madrid en autobús y metro. Es ser capaz de ver que no pasa nada que salga de noche. Y que, aunque muchas profesiones no estén a su alcance, existe muchas otras que sí. Que la sociedad ayuda. Es entender que va a intentar depender lo mínimo posible de otro. Comprender que quiere vivir su vida. Y que puede. Y hay que saber que esta es la única manera de que sean felices, aunque cueste. Aunque de miedo. Aunque de pánico.

Pero así es como debe vivirse. Y es como nosotros y él, nos hacemos más fuertes. Y él es el más fuerte de todos. Lo demuestra afrontando el día a día con una sonrisa. Y esa sonrisa es muchísimo más poderosa que la de cualquier otra persona."

lunes, 16 de diciembre de 2013

Una victoria

El pasado miércoles, once de Diciembre, tuvo lugar la exposición del proyecto “me interesa”.
Algo quedó claro, esta clase fue diferente.
Apenas veinte personas en clase, todas ellas entorno al medio de la clase, con la vista y oído puestos en el exponente y no en el compañero con el que estamos sentado.
Exponentes e interesados disfrutamos de una hora muy enriquecedora, pues lo que vivimos ahí, en tan solo una hora, fue más de lo posible. En este corto espacio de tiempo fuimos conscientes de muchos problemas, experiencias, iniciativas, reflexiones, aportaciones,… en resumen, variedad. Esta variedad fue totalmente formativa, no siempre variedad es sinónimo de bueno, en este caso lo fue y notoriamente.

Creo que no solo hablo por mí, nos quedamos con ganas de más, se nos hizo muy corto el tiempo. Eche en falta una conexión dialógica, es decir, tras cada aportación unos minutos de preguntas y aportación externa al exponente.

Fue una victoria, apenas un escaso 20% de los alumnos estábamos allí, pero lo considero una victoria pues el loco proyecto que todos conocimos reaciamente al final se llevó a cabo y consiguió su objetivo.


Gracias a todos los que estuvimos allí.

martes, 10 de diciembre de 2013

Trastornos infantiles 2.0

Segunda parte y no por ellos menos buena. Retomo el tema para terminar mi aportación a la actividad “me interesa”.

En esta segunda entrega intentaremos abordar los trastornos que nos quedaron en el tintero en la anterior entrada: Trastornos del lenguaje ,Trastornos de control de esfínteres, Otros

En primer lugar el trastorno del lenguaje
El lenguaje es una adquisición específica de la especie humana, siendo su expresión más habitual el lenguaje oral, aunque éste no es la única forma de manifestarse.
Esta capacidad singular es propia de la especie humana y el uso corriente del lenguaje evidencia las enormes posibilidades del potencial creativo de la humanidad. 
Cuando el espectacular desarrollo del lenguaje no sigue el patrón habitual que la naturaleza ha diseñado para el ser humano es cuando podemos estar delante de un Trastorno del lenguaje.
Los trastornos del lenguaje representan un conjunto de problemas que son aún poco comprendidos, poco diagnosticados y suelen inducir a confusión dado que no existe una conceptualización de los mismos aceptada unánimemente. 


Para profundizar acerca del lenguaje y su trastorno podéis visitar esta página web.

Respecto a cómo actuar ante niños con este problema, estos estarán en terapia con logopedas, pues este tipo de trastornos es visible y los padres buscan soluciones. En edades tempranas como educadores, debemos integrar la intervención en los contextos escolares y comunicativos habituales, haciendo participar a los compañeros en coordinación con el logopeda, interviniendo en pequeños grupos.
El objetivo en la escuela es básicamente el de integrarle al currículo ordinario, haciéndole participe de todas las actividades y atendiendo a sus necesidades como a todos los demás niños.

En segundo lugar el trastorno de control de esfínteres. El control de esfínteres es la capacidad fisiológica de controlar y contener los esfínteres de día y de noche. La adquisición de estos, hacer referencia a procesos complejos que tienen lugar durante el periodo entre los 18 y los 36 meses de edad en un niño normal. Para el control de esfínteres, existen múltiples factores que influyen en esta adquisición: la madurez socioemocional del niño, su capacidad intelectual, los determinantes culturales y las interacciones psicológicas entre el niño y sus padres. Una buena página donde profundizar acerca de este trastorno es esta.

Ante estos casos, en los cuales el niño no controle alguno de sus esfínteres y haga sus necesidades tendremos que actuar con total normalidad, sin darle mayor importancia a lo que ya de por si para el niños es un grandísimo problema. Pues suelen hacerlo mientras están con los demás, lo que aun agrava más el asunto para el niño. Por tanto sin darle más importancia lo apartaríamos, para limpiarlo o llamar a sus padres para que trajeran algo de ropa, si es posible y hacer como si no fuese un gran problema.
Si somos conocedores del problema con anterioridad es bueno que vayamos recordándole que puede ir al servicio cuando quiere, de una forma discreta e individual; y a veces realizar llamamientos generales para que vayan al aseo todos aquellos que lo deseen.



Recuerdo el caso de una niña, este verano en la escuela de calor, la cual sufría este problema. Fuimos avisados por la madre, y atendiendo a las indicaciones de la madre le recordábamos que si quería ir al aseo cada cierto tiempo. No había pasado nada hasta un día en el que se hizo pis encima mientras estábamos en una actividad. Ella se avergonzó y debido a ellos empezó a llorar, nosotros la calmamos diciéndole que no pasaba nada, tenía solución. La tuvo, rápidamente vinieron sus padres con ropa limpia y la niña siguió jugando como si nada.

Además de intentarla tranquilizarla y animarla, nuestro cometido fue que no lo viese como algo normal, si no que esa conducta tenía que erradicarse, pero de una manera adecuada para una niña de cinco años.

Por último en el apartado de Otros me gustaría tratar el tema de las fobias.
Una fobia no es un temor cualquiera a una situación en particular o algo determinado, es un miedo identificable, extremadamente intenso, irracional y que no desaparece. Este no se sentirá sólo algunas veces, se experimentará cada vez que la persona se encuentre ante la situación que le causa temor, es por ello que tratará de evitarla como pueda.
Las fobias suelen aparecer entre los 6 y los 12 años; en muchas ocasiones desaparecen espontáneamente o reaparecen manifestándose de otra manera. Para conocer más acerca de estas podéis acceder a esta página.



Existen muchas fobias, pero en los niños hay algunas que priman respecto a otras como lo son las fobias especificas a cosas o seres (insectos, payasos, serpientes,…), la agorafobia que es el miedo de encontrarse en una situación donde sea difícil salir o recibir ayudas (al perder de vista a su  madre en una tienda, la fobia social la cual se suele dar ante sus semejantes (hablar en clase, pasar por un pasillo donde hay gente,…), la fobia escolar,…



En cuanto a cómo actuar dependerá mucho de la fobia a tratar. La base de todas será la confianza y el dialogo, haciéndoles ver poco a poco que el problema no existen como ellos creen.

Hasta aquí mi aportación a esta gran actividad, espero que sirva de ayuda.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Trastornos infantiles

Hola a todos los “interesados”.

Pues bien, este trabajo es de todos, no solo de los que escriben en el proyecto “me interesa”, también de los que aportarán su granito de arena leyendo y comentando estos trabajos.
Aprovechando esta introducción, animo a todos a quedarse este miércoles a la práctica de 13:30 a 14:30, donde se expondrán los trabajos de “me interesa”. Una hora donde enriquecernos todos mutuamente.

En cuanto a mi actividad en este proyecto, como comentaba en la anterior entrada, mi intención es la de acercar información útil para todos nosotros, futuros educadores. Con el propósito de que cuando se de una experiencia como la que nombre en la anterior entrada de esta serie, tengamos conocimientos acerca de estos problemas infantiles y sepamos darles a todos los niños la atención y educación necesaria.

Así, los trastornos a los que intentaré darle cabida en nuestra experiencia serán los siguientes:
1.                   Retraso mental.
2.                   Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDH).
3.                   Trastornos del lenguaje (Difasia, afasia,…)
4.                   Trastornos de control de esfínteres.
5.                   Otros

Respecto al retraso mental no es propiamente un trastorno, sino una discapacidad intelectual, pero vista su importancia y su frecuencia, he considerado que debería encontrarse en mi entrada, y además la primera.
El retraso mental consiste en una adquisición lenta e incompleta de las habilidades cognitivas durante el desarrollo humano, lo que conlleva una serie de limitaciones respecto a una actividad vital normal.
Para adentrarse más en los conocimientos acerca del retraso mental visitar esta web , donde explica muy bien todo lo relacionado con la discapacidad.

En cuanto a lo que nosotros concierne como educadores, es cómo actuar ante estos.
Aspecto importantísimo en cualquier persona es la autoestima. La autoestima es, fundamentalmente, estar a gusto con uno mismo, sentirse importante y especial, para ti y para el resto. La persona con un nivel adecuado de autoestima se encuentra orgulloso de su trabajo, de lo que piensa y siente, y está contento. Pues un niño con discapacidad mental no iba a ser menos, siendo este uno de los aspectos más importantes para el desarrollo del niño.
Tarde o temprano el chico deficiente se da cuenta de que sus límites son diferentes, y las metas que puede alcanzar están por debajo de las del resto de la gente. Llegados a este momento la autoestima del alumno suele reducirse. El chico se siente inútil, es consciente de que no puede desarrollar las mismas actividades que el resto de sus semejantes y se hunde, piensa que no sirve para nada. Ante estos casos el entorno de la familia y la escuela debe actuar con rapidez y profesionalidad.

Las terapias y charlas que informan a los niños acerca de sus capacidades y el alcance de estas resultan muy fructíferas. Debemos hacer saber al alumno que con tiempo, ayuda y constancia, podrá llegar a realizar actividades cotidianas sin mayor esfuerzo, (siempre siendo realistas, dependiendo del nivel de retraso mental).


Debemos proponer actividades que el chico pueda realizar, así como otras que le cuesten más para ir avanzando y trabajar la superación, teniendo especial delicadeza con la posible frustración. Es significativo que se potencie y anime al alumno a realizar ciertas actividades en las que podría destacar alabando cuando las cosas salen bien, y empleando adecuada y delicadamente las malas críticas, siempre de la mano de la motivación y de la vista de una mejora futura, para no retroceder en esta labor.

Debemos mostrarle que cada persona es importante independientemente de su estado físico o psíquico, con el objetivo de que se acepte y lleva a cabo una vida óptima y feliz.

Respecto al Trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno el cual es muy sonado últimamente. Este término es usado por todos, mal utilizado, para referirnos a un niño que es nervioso y “que no para”. Pero esta palabra hacer referencia a un problema muy serio.

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico que se caracteriza por un desarrollo inapropiado del nivel de atención, hiperactividad-impulsividad presente antes de los 7 años y que produce un deterioro clínicamente significativo en dos o más aspectos de la vida del niño.
Este trastorno se inicia en la infancia, pero puede continuar en la adolescencia y la edad adulta, por lo que es conveniente tratar con él cuanto antes. Es un trastorno que lleva de cabeza a padres y profesores.

El TDH tiene ciertos síntomas como:
Dificultades para mantener la atención durante un período de tiempo determinado, poca atención a los detalles, distraerse muy fácilmente, no seguir las órdenes, indicaciones o instrucciones,… todo esto acompañado de exceso de movimiento, actividad motriz y/o cognitiva fuera de contexto, dificultad para permanecer quieto en cualquier contexto que lo exija, hablar en exceso entre otras.

En cuanto a lo que nosotros respecta, como tratar con este tipo de niños como educadores, existen modos de actuar. Cada niño tiene derecho a recibir una educación justa y los niños con TDAH no iban a ser menos. Se utilizan técnicas, las cuales se pueden utilizar con cualquier niño que no sufra este trastorno.
A estos niños se les deben dar reforzamientos positivos constantemente, intentando que las conductas buenas se repitan. Debe existir una imitación, la cual consiste en presentar las conductas que deseamos a estos niños. Se debe de procurar dejar de reforzar conductas que no deseemos y por tanto llevarlas a la extinción.
Cuando el niño tenga un mal comportamiento se le debe pedir que rectifique lo que ha hecho mal corrigiendo los efectos de ese mal comportamiento.
Es común la técnica del “tiempo fuera” la cual consiste en privar al niño de un reforzador de una mala conducta aislándolo un corto periodo de tiempo de la actividad. Previamente se le debe explicar que su comportamiento no es el adecuado y que se le presta un momento de aislamiento para reflexionar acerca de ello. 

Es fundamental tener en cuenta que cuando se llevan a cabo medidas para reducir o eliminar una conducta hay que complementarlas con medidas dirigidas a fomentar y desarrollar las conductas deseadas.

Una muy buena página web para saber más acerca del TDAH es esta.


Hasta aquí la primera entrega de estos trastornos.  Espero que haya sido de vuestro interés y utilidad.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Nelson Mandela, luchador incansable.

La humanidad pierde uno de sus estandartes de la paz y la libertad. Nos deja el hombre que utilizo el deporte para cambiar el mundo. Innumerables han sido sus aportaciones para la humanidad, todas ellas de gran valor.

El pasado jueves 5 de Diciembre, el actual presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, anunciaba la muerte del expresidente Nelson Mandela, también conocido como Madiba. A la edad de 95 años nos dejaba la pieza clave en el derrocamiento del apartheid. Miles fueron las condolencias recibidas de todo el mundo.

El apartheid fue uno de los sistemas de segregación más duros e importante del s. XX. Sistema que intentaba conservar el poder para la minoría blanca, siendo estos los únicos votantes en las elecciones. Este se basaba en la separación de las razas, dejando relegadas las denominadas “de color” a zonas peores respecto a las frecuentadas por la raza blanca, minoría en el país. Miles fueron las leyes que estos instauraban para mantener su poder. Se hacía una clasificación racial de acuerdo a la apariencia, a la aceptación social o a la ascendencia. Este sistema produjo revoluciones y resistencias por parte de los ciudadanos no blancos del país.

Mandela, luchador incansable, pasó 27 años encerrados en una minúscula celda de la prisión de Robben Island, fruto de la represión que atizaba la sociedad Sudafricana entre los años 1961 y 1994. Tras salir de la cárcel, no guardaba ningún rencor a quienes lo habían mantenido preso casi tres décadas. Rechazó ser parte de las protestas violentas, decantándose por una revuelta pacífica y promoviendo la igualdad de raza y la convivencia entre  ellas.

En cuanto a lo que a mí respecta, fruto de mi edad, no había oído hablar de la persona de Nelson Mandela nunca antes, hasta el estreno de la película Invictus en 2009. Esto no se quedó aquí, pues ese mismo año en la asignatura de inglés nos encargaron la realización de un tráiler de una película y sin dudarlo hice que mi grupo eligiese esa, evidentemente me había marcado. Esto me hizo investigar más acerca del tema y ser conocedor de lo que envolvía al acontecimiento de la Copa Mundial de Rugby de 1995  y de quien era al que conocían por Madiba.

En la película nombrada, Invictus, se traslada al visualizador a la década de 1990, en la sociedad racista y separatista sudafricana. Ya excarcelado Nelson Mandela y derrocado el Apartheid, quedan los restos del sistema hegemónico que había imperado más de tres décadas. Pero una nueva sociedad de la mano de la bandera en Y (Símbolo de la unión de dos razas en un solo país) estaba naciendo.
Mandela impulsor de esta, visitaba cada parte del país promoviendo la convivencia entra las razas y la eliminación de antiguas reyertas.
Visto el arraigo que tenía el sentimiento de diferencia y odio entre ambas razas, el presidente Nelson Mandela, aprovechando la celebración de la Copa Mundial de Rugby, hizo que ambas razas apoyasen juntos al equipo nacional, los Springboks. Nombrar la diferencia entre deportes y razas, pues el rugby era considerado deporte de raza blanca y el fútbol deporte de raza negra.


Recomiendo a todo el mundo que vea Invictus. Por si no sabéis como acceder a ella, este domingo se podrá visualizar en Antena 3 a las 22h.


Con esta entrada mi intención ha sido trasladaros a todos, a quien más o quien menos conociese, quien fue Nelson Mandela, aprovechando esta terrible ocasión.

martes, 3 de diciembre de 2013

Recomendaciones blogueras

Hola a todos!!
Tras mucho tiempo viendo y comentando blogs de compañeros, me gustaría destacar dos de ellos.

El primero es el que realiza Ester Collado. Es un blog en el que se tratan temas muy interesantes y desde una visión muy sincera. Siempre abierta a comentarios y al dialogo. Un muy buen ejemplo de comunidad Edmov es el que se da en cada una de sus entradas.


El segundo de estos es el de Andreu Escrivá. En este me gustaría resaltar el trabajo que está realizando con la actividad “me interesa”. Son una serie de entradas muy interesantes, sobre las influencias que tenemos a lo largo de nuestra vida, las cuales son de gran valor e interés.