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miércoles, 27 de noviembre de 2013

Un viaje en metro por 30 sentadillas.

Una noticia que corre por los medios de comunicación esta última semana. La implantación de una nueva forma de pagar un pase de metro para un viaje en Moscú, esta consiste en la realización de 30 sentadillas.



Con la llegada de los Juegos Olímpicos de Sochi 2014, oficialmente conocidos como los XXII Juegos Olímpicos de Invierno, los cuales serán realizados entre el 7 y el 23 de febrero de 2014 en la ciudad de SochiRusia, ha querido fomentar y acercar el deporte y valores Olímpicos a los ciudadano y una de las propuestas que se han realizado ha sido la nombrada anteriormente. Está permitirá el pago del billete de metro con la ejecución de un determinado número de sentadillas. La propuesta estará vigente hasta final de año, intentando así que además del ahorro monetario que supone, se aleje a los ciudadanos de su escasa actividad física.

"Queríamos demostrar que los Juegos Olímpicos no son sólo una competición internacional que la mayoría de la gente ve por televisión", señaló Alexander Zhukov, presidente del Comité Olímpico en Rusia. El comité olímpico pretende acercar los juegos a la gente de la calle transmitiendo que un ciudadano también es un atleta.

Con cosas como esta hacen que miles de personas salgan por unos minutos de la hegemónica vida sedentaria que llevan. Bajo mi punto de vista se trata de un muy buen método. Ideas como esta deberían proliferar más usualmente.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Me interesa...

Llegamos a un punto de inflexión, en el que el ecuador de la asignatura ya hemos dejado atrás. Aunque continuaremos con la dinámica general del blog, comentando lo que nos llama la atención de la asignatura y de lo cual queremos aportar más, entramos en una dinámica denominada “Me interesa”. Esta se trata de la realización de una o varias entradas con el título que esta encabeza, y en la cual tratemos un tema que sea de nuestro interés y no pertenezca al temario impartido en la asignatura.

Se nos introdujo la propuesta, pidiéndonos nuestra opinión acerca de la nueva actividad del blog. En esta primera clase no quedó muy asimilado el concepto de lo que teníamos que desarrollar, pues no teníamos muy claro que era lo que teníamos que hacer.

En una segunda clase gracias a la aportación de un compañero el tema quedó más claro, pues se trataba de hablar de algo de nuestra propia vida que sea de nuestro interés, y lo más importante, que sirvan y sean de interés para el resto de los compañeros, ya que el objetivo debería ser que nuestra actividad sea de utilidad para todos. Así el que no supiera o no tuviera que hablar en su “me interesa” se dedicase a leer y enriquecerse con las aportaciones de los compañeros.

A lo que a mi respecta, tras indagar sobre erróneos planteamientos sobre que tratar en esta actividad, hablé con Víctor y le comunique una de estas, de la cual no sabía sacarle el jugo que podía tener dentro. Esta se trataba de una experiencia que me había sucedido el pasado verano mientras ejercía como monitor de actividades juveniles con niños de 4 a 10 años.

Tras una quincena con total normalidad, llego la segunda quincena y con ella nuevos niños. Como en todas las quincenas el primer día fue de presentación de todos los niños y monitores que conformábamos “La Escuela de Calor”. Un niño llamó nuestra atención pues iba apartado del resto, no hablaba y parecía no escuchar nuestras palabras, pero este tema no se quedó ahí. Conforme pasaron los primeros días nos dimos cuenta que este niño no era “normal” pues no le gustaba jugar con los demás, mientras realizábamos actividades con todos, él prefería sentarse en unos sillones y ojear comics él solo, aunque cuando ibas y hablabas con él, sobre si le gustaba lo que veía en los comics, estaba encantado de poder hablar con alguien sobre lo que él estaba haciendo. Pues era un niño, como todos, obviamente tenía algún problema, que quizás su familia aún no había detectado o que no quisieron comunicaros.

Para el equipo de monitores nos resultó algo difícil empezar a tratar los primeros días con este niño, pero pronto nos salía como algo natural, sin descuidar al resto, ofrecerle unas actividades y una dedicación a este niño como a todos los demás.


Por esta experiencia, Víctor me ánimo a realizar una recopilación de información con distintas enfermedades y trastornos con la que nos podemos enfrentar en niños, de las cuales no sabemos nada ni cómo actuar ante estos niños, que al igual que el resto necesitan nuestra ayuda. Por este motivo mi objetivo en la siguiente entrada será el de informarme y poder mostrar información de los trastornos más comunes con los que, como educadores, nos enfrentaremos y de los cuales deberemos conocer algo, para saber cómo actuar. Espero que sea de interés para todos vosotros.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Zoquete ortográfico

Una clase distinta, el pasado lunes, tras haber preparado una exposición teníamos que compartirla con el resto. Pues en correlación con la lectura del libro de Pennac se nos planteó la actividad de elegir una parte o fragmento con el cual nos sintiésemos identificados o que nos pareciese interesante y reflexionar acerca de esta y hacérsela llegar a nuestros compañeros de la forma que creyésemos oportuna.

En esta actividad, al igual que en la de los posters, nosotros éramos lo protagonistas de los cuales emanaba el conocimiento. Además en esta, más protagonistas si cabe, pues durante unos minutos exponíamos ante nuestros compañeros un determinado conocimiento de nuestro interés y que por lo tanto creemos importante. De esta manera fuimos capaces de apreciar nuevas lecturas, es decir, cosas que se nos habían pasado por alto su importancia y además desde otro punto de vista, lo que enriqueció nuestro aprendizaje.

En mi caso, el tema acerca del cual reflexionar era claro, pues leyéndolo fue la única parte con la cual me sentí identificado y muy fuertemente. Durante varias partes del libro hace alusión al problema con las faltas de ortografía tanto suyas en su infancia como de sus alumnos.

Desde bien pequeño al igual que todo niño cometía ciertas faltas de ortografía. Con los años todos mejoraban y yo seguía incidiendo en estos errores, pues no era capaz de mejorarlas. Muchos fueron los intentos de cada maestro y de mis padres, año tras año, cuadernillo tras cuadernillo de ortografía, esto no mejoraba. Los últimos cursos de colegio y los primeros de la E.S.O. hice caso a mis padres y comencé a leer de una forma habitual, libros que de verdad me llamaban el interés. No surgió efecto. Al igual que los zoquetes ortográficos que expone Pennac en su libro, incluido él mismo, yo asumía mi hándicap. Resignado sabía que en mis exámenes contaría con un punto menos de lo merecido, aun así sacaba buenas notas. Este problema provocaba en mí frustración e impotencia pues por más que lo intentaba no mejoraba, además surgían una serie de enfados con terceras personas las cuales querían ayudarme como mis padres y mis profesores. Se daba en mí una incapacidad aprendida.

Una de las frases del libro que expresaba con total claridad mis sentimientos es la siguiente “De aquel 0 en ortografía (…), había hecho yo un refugio del que nadie podía expulsarme. ¡Era inútil agotarme con correcciones puesto que yo conocía de antemano el resultado” Mal de escuela pg,81

Ya sabía lo que para mí era importante y por lo tanto quería trasladar a mis compañeros. Con este objetivo realice la exposición. Quería, pues, trasladar esos sentimientos de frustración, impotencias,… que yo sentía con la problemática de la ortografía, a mis compañeros. Que experimentasen estos sentimientos ante una actividad que para ellos les resultaba casi imposible mientras se esperaba de ellos que la pasasen con total facilidad.

Así lo hice, durante unos minutos mis compañeros se dieron de bruces con dos actividades que les hacía desesperarse en la mayoría de los casos ante la imposibilidad de la respuesta correcta. Mientras que ellos intentaban encontrar la respuesta a los rompecabezas, yo me dirigía a ellos con una serie de frases, que lo que buscaban era incrementar esas  cierta frustración. No se trataba de frases de ánimo. Trasladaban las opiniones de mis profesores y padres cuando me decían que era fácil y tenía que hacerlo porque todos lo hacían, yo no tenía que ser menos, lo que hacía nacer en mí en mayor medida esa impotencia ante la tarea.

Este fue el resultado.



Creo que por unos minutos traslade de forma activa a mis compañeros a lo que fue mi problema.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Entrenamiento ¿educativo?

En una de las últimas clases se nos lanzó el interrogante sobre si el entrenamiento se puede considerar como educativo. Varias fueron las intervenciones de mis compañeros con claras posiciones respecto al tema, unos defendían la importancia educacional de los valores que transmitía el deporte en los entrenamientos, mientras otros defendían que en dichos entrenamientos no se busca la educación si no la mejora del deportista en el deporte entrenado. Víctor se posiciono, de una forma no muy clara, más cerca del entrenamiento no educativo.

Yo hasta este momento nunca me había planteado esta pregunta. En el primer contacto con esta  afirmé, para mí mismo, todo entrenamiento es educativo. Considero que desde los 4 años he estado educado no solo por mi familia y la escuela si no por mi club deportivo. Mi opinión acerca del tema se quedó ahí.
Este tema se reanudó en mí al leer una entrada de una compañera en su blog, que defendía el entrenamiento educativo y un comentario de otro compañero que para él el entrenamiento no se concebía como algo educativo. Estas dos opiniones me hicieron reflexionar acerca del tema, que para mí estaba claro y zanjado. Cambiaba, pues, mi concepción. Ambos tenían razón en parte.

Bajo mi punto de vista, existen dos tipos de entrenamiento.
En primer lugar la concepción de entrenamiento no educativo. Este tipo de entrenamientos son aquellos que llevan a cabo clubes y entidades con el principal objetivo de mejorar las  habilidades de sus miembros en el deporte entrenado. En este el aspecto educativo se puede dar de una forma reducida, casi sin importancia. Los medios irán enfocados a un fin, la mejora técnica y táctica de los individuos.

Por otro lado encontramos lo que entiendo por entrenamiento educativo, es aquel que se lleva a cabo con el claro objetivo del desarrollo personal de cada uno delos miembros del equipo, quedando en segundo lugar aspectos propios del deporte, los cuales también se trabajarán pero no siendo estos los primordiales. Con desarrollo personal hago alusión al objetivo educacional el cual se centrará en el proceso por el que pasa el deportista en sus entrenamientos, siendo esto lo importante, dejando relegado los resultados técnicos y tácticos deportivos, no serán los que marcarán la práctica, los que primarán sobre el resto.

Mi experiencia personal, la cual ha estado en contacto con el deporte y sus entrenamientos correspondientes desde los 4 años, ha sido una práctica educativa. El club al que he pertenecido todo este tiempo, un club modesto, dedicado al deporte en edad escolar, posee unos valores educacionales muy amplios. Pues en este el resultado y la clasificación no es lo más importante, aunque es cierto que la competición también enseña unos determinados valores.

El año pasado, por motivo del trabajo de Historia del deporte, entreviste al presidente y entrenador  del club al que he pertenecido y con el que guardo una muy buena amistad. Recuerdo una de las últimas respuestas que me dio. Le pregunte qué era lo que le hacía seguir al frente del club y entrenando de una forma totalmente altruista después de más de 20 años. Me contestó que lo que le daba fuerzas era vernos a nosotros, los que ya por edad no pertenecíamos al club, por la calle y ver que somos personas de provecho con nuestras vidas, nuestros objetivos e ilusiones. Que con un simple saludo hacia él, ve que su trabajo por nosotros ha sido logrado con éxito
Pues lo que a este gran señor le hace  seguir con la misma ilusión, aparte de un clarísima vocación por el fútbol y los niños, es ver como pasan los niños por las diferentes categorías, como crecen, como se desarrollan como personas, ayudándolos en todo cuanto es posible mediante el deporte, ser un apoyo en ciertas etapas difíciles por la que todo niño pasa, mientras que a la vez promover en todos ellos un estilo de vida saludable alejándolo de malos hábitos, enseñarle unos ciertos valores de respeto, lealtad, trabajo en equipo,…


Por tanto, ninguno estará por encima del otro pues buscan objetivos distintos. Su aplicabilidad dependerá de los objetivos del club y de las categorías en las que se mueva. Un deporte de alto rendimiento o de clubes importantes aunque sea en edad escolar irá, normalmente, ligado a unos entrenamientos no educativos. Mientras que los clubes donde importe más el niño en sí como persona que como “maquina deportiva” por lo general se dará un entrenamiento educativo.