En una de las últimas clases se nos lanzó el interrogante
sobre si el entrenamiento se puede considerar como educativo. Varias fueron las
intervenciones de mis compañeros con claras posiciones respecto al tema, unos
defendían la importancia educacional de los valores que transmitía el deporte
en los entrenamientos, mientras otros defendían que en dichos entrenamientos no
se busca la educación si no la mejora del deportista en el deporte entrenado.
Víctor se posiciono, de una forma no muy clara, más cerca del entrenamiento no
educativo.
Yo hasta este momento nunca me había planteado esta
pregunta. En el primer contacto con esta
afirmé, para mí mismo, todo entrenamiento es educativo. Considero que
desde los 4 años he estado educado no solo por mi familia y la escuela si no
por mi club deportivo. Mi opinión acerca del tema se quedó ahí.
Este tema se reanudó en mí al leer una entrada de una
compañera en su blog, que defendía el entrenamiento educativo y un comentario
de otro compañero que para él el entrenamiento no se concebía como algo
educativo. Estas dos opiniones me hicieron reflexionar acerca del tema, que
para mí estaba claro y zanjado. Cambiaba, pues, mi concepción. Ambos tenían
razón en parte.
Bajo mi
punto de vista, existen dos tipos de entrenamiento.
En primer
lugar la concepción de entrenamiento no educativo. Este tipo de entrenamientos
son aquellos que llevan a cabo clubes y entidades con el principal objetivo de
mejorar las habilidades de sus miembros en
el deporte entrenado. En este el aspecto educativo se puede dar de una forma
reducida, casi sin importancia. Los medios irán enfocados a un fin, la mejora técnica
y táctica de los individuos.
Por otro lado
encontramos lo que entiendo por entrenamiento educativo, es aquel que se lleva a
cabo con el claro objetivo del desarrollo personal de cada uno delos miembros
del equipo, quedando en segundo lugar aspectos propios del deporte, los cuales también
se trabajarán pero no siendo estos los primordiales. Con desarrollo personal
hago alusión al objetivo educacional el cual se centrará en el proceso por el
que pasa el deportista en sus entrenamientos, siendo esto lo importante,
dejando relegado los resultados técnicos y tácticos deportivos, no serán los
que marcarán la práctica, los que primarán sobre el resto.
Mi experiencia
personal, la cual ha estado en contacto con el deporte y sus entrenamientos
correspondientes desde los 4 años, ha sido una práctica educativa. El club al
que he pertenecido todo este tiempo, un club modesto, dedicado al deporte en
edad escolar, posee unos valores educacionales muy amplios. Pues en este el
resultado y la clasificación no es lo más importante, aunque es cierto que la competición
también enseña unos determinados valores.
El año
pasado, por motivo del trabajo de Historia del deporte, entreviste al
presidente y entrenador del club al que
he pertenecido y con el que guardo una muy buena amistad. Recuerdo una de las
últimas respuestas que me dio. Le pregunte qué era lo que le hacía seguir al
frente del club y entrenando de una forma totalmente altruista después de más
de 20 años. Me contestó que lo que le daba fuerzas era vernos a nosotros, los
que ya por edad no pertenecíamos al club, por la calle y ver que somos personas
de provecho con nuestras vidas, nuestros objetivos e ilusiones. Que con un
simple saludo hacia él, ve que su trabajo por nosotros ha sido logrado con éxito
Pues lo que
a este gran señor le hace seguir con la
misma ilusión, aparte de un clarísima vocación por el fútbol y los niños, es
ver como pasan los niños por las diferentes categorías, como crecen, como se
desarrollan como personas, ayudándolos en todo cuanto es posible mediante el
deporte, ser un apoyo en ciertas etapas difíciles por la que todo niño pasa,
mientras que a la vez promover en todos ellos un estilo de vida saludable alejándolo
de malos hábitos, enseñarle unos ciertos valores de respeto, lealtad, trabajo
en equipo,…
Por tanto, ninguno
estará por encima del otro pues buscan objetivos distintos. Su aplicabilidad dependerá
de los objetivos del club y de las categorías en las que se mueva. Un deporte
de alto rendimiento o de clubes importantes aunque sea en edad escolar irá,
normalmente, ligado a unos entrenamientos no educativos. Mientras que los
clubes donde importe más el niño en sí como persona que como “maquina deportiva”
por lo general se dará un entrenamiento educativo.