La actividad
consistía en la exposición de un tema de nuestro interés, de los tratados en la
materia, y la posterior elaboración de un poster, bien fuese video, cartulina,
juego, etc.
Dichos
posters fueron expuestos por toda la clase. Así nuestro cometido en esta
actividad fue el de ver y evaluar todos los posters, incluidos el nuestro.
Una clase
distinta, donde pululábamos por todos sitios comentando todos los trabajos,
pues esta era el aspecto que tenía la clase ese día.
En cuanto al
grupo al que pertenezco yo, la actividad fue acogida con entusiasmo pero con
mucho respeto, pues se trataba de algo nuevo para nosotros.
Tras unos
primeros minutos de divagar sobre el tema a tratar en nuestro poster,
comentamos con Víctor la posibilidad de hablar de Michel Foucault, autor hasta ese
momento casi desconocido para nosotros.
Comenzamos
indagando por lo que habíamos comentado con Víctor y a leer acerca de sus obras
en especial la titulada ‘Vigilar y
Castigar’. Nos llamó la atención esta última la cual realiza un examen
crítico de los mecanismos sociales provenientes de los sistemas penales.
Nuestra
intención fue llegar a nuestros compañeros con el tema asemejando las cuatro
partes de “La prisión de Foucault” con una de las instituciones más importantes
en nuestra sociedad y de la que muchos queremos formar parte profesionalmente,
la educación, al igual que hace Michel Foucault en varias partes de su libro
asemejando dicha presión con instituciones hospitalarias, militares y
escolares.
Foucault
divide dicha obra en cuatro partes, los cuatro conceptos claves de la prisión.
Suplicio, Castigo, Disciplina y Prisión.
En cuanto al
Suplicio, consistía en un modelo de
demostración penal, donde el culpable era el encargado de mostrar la verdad
llevando consigo el castigo físico allá por donde se le ordenaba (calles,
plazas,…) siendo visto por toda la gente de alrededor. Esta actividad deja de
implantarse debido a la desaparición del
espectáculo punitivo y al cambio de objetivo en el castigo punitivo pasando de
lo físico al alma. Claros ejemplos en la escuela son los típicos castigos donde
se pone al castigado en un acción comprometida delante de sus compañeros,
introduciendo aspectos de vergüenzas y ridículos.
En cuanto al
Castigo, no es tratado como una
venganza si no como un modo de corrección del infractor, incurriendo en este
una determinada pena que deberá así cumplir con el objetivo de reducir la desviación
del sujeto. Ejemplo muy claro de castigos en la escuela, anteriormente en la
escuela era el típico reglazo en la mano. Ahora los castigos no son tan
desmesurados y con el fin de reportar algún beneficio al castigado y a la
sociedad.
En tercer
lugar la Disciplina, la cual consta
de 3 conceptos importantes la vigilancia,
el castigo disciplinario y el examen. La vigilancia deberá de ser una
vigilancia que haga su trabajo pero sin ser vista por los vigilados. El castigo
disciplinado, será utilizado como corrector contra desviaciones para hacer
respetar un orden artificial, pero también natural. Por último el examen, servirá
de vigilancia que permitirá calificar, clasificar y castigar a los sujetos.
Adema de
estas tres disciplinas Foucault introduce el concepto de panoptismo, el cual es
entendido como un edificio de vigilancia, con la función de vigilar a los
sujetos conscientemente pero que expuestos a la vigilancia no saben cuándo son
vigilados o cuando no. Un ejemplo de la disciplina son los profesores los
cuales están en el patio durante el tiempo de recreo.
Por último,
la Prisión. Esta empieza a imponerse
respecto a las anteriores formas de pena por ciertas ventajas. La prisión se
asentara sobre tres principios que harán de esta una forma de educación total,
estos son: el aislamiento del condenado, el trabajo y la modulación de la pena.
Respecto a
la realización, uno de los temas a tratar era como representarlo físicamente en
clase. Pues, que mejor que sentirse en una prisión para concebir mejor el tema
tratado. Rápidamente nos imaginamos como queríamos que fuese, pues montaríamos
una mini prisión en clase. Este fue el resultado.
En cuanto a
cómo hacer llegar el tema tratado a nuestros compañeros. Como se trata de un
tema denso, simplemente quisimos introducirlos al tema y darle los conceptos
principales y ejemplificárselo con claros casos habituales y conocidos por
todos nosotros en la escuela. En cada una de las cuatro paredes de la prisión,
ubicamos uno de los cuatro principales conceptos que trata Michel Foucault en
su obra “Vigilar y Castigar”. Así
quedo por dentro.
Por último
comentar que fue una actividad novedosa, grata y muy útil.
Gran trabajo. Un ejemplo de rigor y creatividad.
ResponderEliminarFoucault insite en que la vigilancia y el castigo se ejercen en el cuerpo: observándolo, confinándolo, controlando sus funciones vitales, restringiendo su radio de acción... Resultado: la institución determina hasta la más básicas funciones corporal (por ejemplo, excretar). Esa es la forma directa en que las instituciones totales (ejercito, prisión, hospitales, escuelas) ejercen el control sobre el cuerpo. La idirecta es a través del discurso, que sirve para interiorizar normas implícitas dictadas por la sociedad acerca de lo que es deseable, indeseable, aceptable, en cada momento. Por ejemplo, el discurso que es normal que las mujeres tienes que estar delgadas para ser felices. El discurso hace las funciones de la institución total, solo que de una forma mucho más sutil, pero también más generalizada. Lo bueno es que el discurso, con mucho esfuerzo, puede cambiarse. Eso ocurrió, por ejemplo, cuando Kathrine Switzer corrió por primera vez la maratón de Boston, en contra del disrcurso oficial de que las mujeres no podían correr porque eso las perjudicaba. En ese sentido, la educación del movimiento forma parte del discurso y, por tanto, puede servir para controlar y vigilar o para la emancipación del individuo.
El discurso, en este caso, ¿sería entendido como aquellas normas impuestas sociálmente divulgadas por la clase "dominante" en cada situación, los cuales son grandes influyentes en la cultura? por ejemplo en el caso de las prohibiciones a las mujeres por el simple hecho de serlo, que tanta importancia ha tenido en los últimos tiempos, será debido al dominio que en los siglos pasados se daba del hombre como institución respecto a la mujer, las cuales ya interiorizadas como débiles seguían los dictamines de una sociedad machista.
EliminarSi es así, estoy totalmente de acuerdo con la necesidad de utilizar la educación del movimiento como discurso emancipador del individuo y estandarte de un liberta de acción independiente de los tapujos sociales.
El discurso es un nivel de realidad simbólica que afecta no solo a nuestra manera de nombrar sino de crear la realidad. En el mundo simbólico (el lenguaje es el principla sistema simbólico) solo lo que nombramos existe. Pero la capidad de nombrar no es natural, sino social e históricamente construida a aprtir de contenxtos e intereses concretos. En ese sentido, lo que hizo Switzer es un acto discursivo, porque rompe la incapacidad de nombrar y concebir a una mujer que corra como los hombres.
ResponderEliminarPD. NO olvides tu blog